ACV isquémico
El diagnóstico del accidente cerebrovascular isquémico se sospecha por los déficits neurológicos súbitos atribuibles a una zona arterial específica, con el fin de distinguirse de otras causas de déficits similares como:
- Hipoglucemia
- Parálisis posictal
- Accidente cerebrovascular hemorrágico
- Migraña
Es el tipo más común de accidente cerebrovascular. Ocurre cuando los vasos sanguíneos del cerebro se estrechan o bloquean, ocasionando reducción del flujo sanguíneo o isquemia, debido a la acumulación de depósitos de grasa, coágulos de sangre u otros desechos que viajan por el torrente sanguíneo, alojandose en los vasos del cerebro.
Generalidades ACV isquémico
- El accidente cerebrovascular isquémico generalmente se produce por la obstrucción de una arteria que va al cerebro; la obstrucción es debida a la formación de un coágulo sanguíneo o a un depósito de grasa ateroesclerótico.
- Los síntomas ocurren repentinamente y consisten en debilidad o astenia muscular, parálisis, pérdida de sensibilidad o sensibilidad anómala en un lado del cuerpo, dificultad para hablar, confusión, problemas en la vista, mareos y pérdida de equilibrio y coordinación.
- El diagnóstico generalmente se basa en los síntomas y los resultados de la exploración física y en pruebas de diagnóstico por la imagen del cerebro.
- Se realizan otras pruebas de diagnóstico por la imagen (tomografía computarizada y resonancia magnética nuclear) y análisis de sangre para identificar la causa del accidente cerebrovascular.
- El tratamiento consiste en medicamentos para disolver coágulos de sangre o para reducir la probabilidad de que la sangre se coagule, y en procedimientos para eliminar físicamente los coágulos sanguíneos, seguidos de rehabilitación.
- Las medidas preventivas incluyen el control de los factores de riesgo, los fármacos que hacen que la sangre sea menos propensa a coagularse, y a veces la cirugía o la angioplastia para permeabilizar las arterias bloqueadas.
- Alrededor de un tercio de las personas afectadas recuperan la totalidad o la mayor parte de la funcionalidad normal después de un accidente cerebrovascular isquémico.
La evaluación del accidente cerebrovascular isquémico requiere la evaluación del parénquima encefálico, el sistema vascular, incluyendo el corazón y las grandes arterias y la sangre.
En la mayoría de las personas que han tenido un accidente cerebrovascular isquémico, la pérdida de la capacidad funcional suele llegar a su punto máximo inmediatamente después de producirse el episodio. Sin embargo, aproximadamente entre el 15 y el 20% de los casos, el accidente cerebrovascular es progresivo, causando la máxima pérdida de la capacidad funcional al cabo de 1 o 2 días. En caso de accidente cerebrovascular hemorrágico, la pérdida de la capacidad funcional suele producirse de forma progresiva durante minutos u horas.
Normalmente en el plazo de algunos días o meses, se recupera parte de la función. Aunque algunas neuronas mueren, otras solo se lesionan y se recuperan y en ocasiones, determinadas zonas del cerebro compensan las funciones que desempeñaban anteriormente la zona lesionada, una característica que se denomina plasticidad, y que se refiere a la capacidad adaptativa del sistema nervioso para minimizar los efectos de las lesiones, modificando su propia organización estructural y funcional.
El accidente cerebrovascular es una enfermedad no transmisible que depende en gran parte del estilo de vida. Es por esto fundamental comprenderlo y conocer los factores que lo producen para poder tomar buenas decisiones que apoyen la buena salud de nuestro cerebro.