Fibrilación auricular y accidente cerebrovascular
Cerca del 20 al 30 % de todos los Accidentes CerebroVasculares se deben a la Fibrilación Auricular (FA)
¿Qué es la fibrilación auricular?
La Fibrilación Auricular (FA) o arritmia es una alteración del ritmo cardíaco. En condiciones normales, el corazón tiene un ritmo regular, entre 60 y 100 latidos por minuto (ritmo sinusal), acelerándose únicamente cuando hacemos ejercicio y disminuyéndose cuando dormimos. La fibrilación auricular aparece cuando, en condiciones normales, el ritmo cardíaco deja de ser constante y el tiempo entre latido y latido es desigual, causando que el corazón fibrile como si temblara. Esto a menudo puede provocar coágulos de sangre en el corazón, aumentando el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, ya que cuando el corazón entra en fibrilación, el vaciado de sangre de las aurículas no es total, permitiendo la formación de coágulos. Si estos se desprenden, pueden dar lugar a obstrucciones en las arterias del cerebro, ocasionando ictus cerebral o ACV, embolia arterial periférica, deterioro cognitivo y demencia.
Durante la fibrilación auricular, las cavidades superiores del corazón (aurículas) laten de forma no sincronizada con las cavidades inferiores (ventrículos) y, aunque muchas personas no manifiestan síntomas, pueden provocar fuertes latidos (palpitaciones), falta de aire y/o debilidad.
Estos episodios pueden aparecer y desaparecer o ser persistentes y aunque esta condición en sí misma no suele poner en riesgo la vida, requiere un seguimiento y tratamiento adecuados para prevenir otras patologías como consecuencia, que sí pueden llegar a ser catastróficas.
El tratamiento puede incluir medicamentos, terapia para restablecer el ritmo cardíaco y procedimientos mínimamente invasivos para bloquear las señales cardíacas defectuosas.
La detección precoz de pacientes con fibrilación auricular asintomática tiene gran relevancia clínica en la prevención contra el accidente cerebrovascular. Por eso debes estar atento a sus síntomas y evitar consecuencias en la salud de tu cerebro:
- Sensación de latidos cardíacos rápidos o palpitaciones fuertes.
- Dolor en el pecho.
- Mareos.
- Fatiga.
- Aturdimiento.
- Menor capacidad para hacer ejercicio.
- Falta de aliento.
- Debilidad.